Durante la Revolución francesa la mujer tomó conciencia, por primera vez y de manera colectiva, de su situación social . Marchando hacia Versalles, junto a los hombres, las mujeres parisinas reclamaron la igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y fraternidad». Las mujeres también tomaron conciencia de que en aquel momento la lucha de clases no contemplaba la lucha de género, esto es, la plena igualdad social de la mujer por la que debían luchar. Durante la Revolución francesa se produjeron las primeras peticiones formales de derechos políticos y ciudadanía para la mujer. Así lo refleja la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana fue un texto redactado en 1791 por Olympe de Gouges que copiaba en buena medida la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789, el texto fundamental de la revolución francesa. Es uno de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación a los varones así como el sufragio femenino.
Hoy… a pesar del camino recorrido aún no hemos alcanzado la tan deseada libertad. La interiorización de lo que es ser mujer, en todos los ámbitos de la vida hace que sigamos constreñidas en un papel que nos limita, e interfiere a la hora de tomar nuestras propias decisiones y proyectar nuestra vida. Limitaciones de las que, muchas veces, no somos plenamente conscientes.
Sigamos avanzando por nosotras y por quienes nos preceden, para que lleguemos a alcanzar esa libertad interna, que es la que nos dota de felicidad.
Gurutze Olaizola
Psicología-Sexología