Cualquier momento es bueno para tomar las riendas de nuestra vida y empezar a vivir desde los deseos y no
desde las obligaciones. Querernos conlleva a veces sufrimiento puesto que implica ponernos en primer lugar, lo
cual es tachado de egoísta, cuando ser egoísta es bueno. Vida, hay una, y desearme lo mejor es sano y legítimo,
porque mi sufrimiento por el bien de las demás se convierte en una cárcel para mi. Merezco vivir, disfrutar de la
vida, vivir desde mis deseos. Quien bien me quiera, me lo deseará y ayudará para que lo consiga.