¿Qué es la dependencia emocional?
Es una dependencia psicológica que afecta por igual a mujeres y hombres.
¿Quién la sufre?
Aunque muchas veces esta situación pueda ser transitoria, lo más habitual es que el patrón de dependencia emocional de la persona se observe a lo largo de su vida y con las diferentes parejas que tenga. Esta dependencia sentimental no hace referencia a motivos materiales, como sería la dependencia económica, sino que alude a la necesidad de amor y vínculo afectivo. Las personas que la sufren tienen un gran miedo a estar solas y no pueden concebir su vida si no es al lado de una pareja sentimental.
Resulta significativo que muchas de las personas que son dependientes emocionales buscan parejas con un carácter dominante, con un perfil psicológico que tiende al egoísmo y el narcisismo, posesivas, autoritarias y déspotas. En algunos casos, quien es dependiente emocional refiere haber sufrido algún tipo de maltrato físico o psicológico por parte de su pareja, lo cual no resulta extraño teniendo en cuenta el perfil que hemos comentado. La persona dependiente tiende a idealizar a su pareja, viviendo en una cierta sumisión hacia ella.
La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato y el menosprecio que sufre a diario, pero no tiene la capacidad para dejar de estar “enganchada” a su pareja. Pide perdón incluso por cosas que no ha hecho, con el fin de mostrar ternura y sumisión ante su pareja; para ganar su aprobación y amor. También pueden gastarse mucho dinero en regalos y en general mantendrán una actitud de atenciones y gestos con los que tener contenta a la pareja y satisfacerla en todo momento.
Dependencia emocional: buscando sus causas
Normalmente, el fondo del problema de la dependencia se encuentra en una pobre autoestima, que conduce a la persona dependiente emocional a desvalorizarse sistemáticamente. Se muestran críticas consigo mismas y con su forma de ser, hasta el punto de sentirse inferiores y culpables, incluso, del menosprecio que puedan recibir por parte de sus parejas sentimentales. La situación se torna aún más insostenible con el paso del tiempo, en que el transcurso de la relación exacerba la relación subordinada a quien es dependiente emocional respecto a su pareja, que ejerce un rol dominante.
De este modo, el menosprecio de la persona dominante hacia quien es dependiente emocional se incrementa, llevando al extremo su subordinación. También es común observar que este tipo de relaciones acaban rompiéndose en poco tiempo, pero eso no soluciona el problema. Quien es dependiente intentará volver una y mil veces con su expareja. Esta dinámica conduce a una situación de círculo vicioso, puesto que el desprecio de la persona dominante aumenta, así como disminuye la autoestima y dignidad de la dependiente emocional. Quien padece este tipo de dependencia emocional necesita permanecer en contacto con su pareja, y si el vínculo se rompe del todo, surge una especie de síndrome de abstinencia emocional.
Ruptura con amistades y familiares
En estos casos, se pueden producir enfrentamientos con sus amistades y familiares. La persona dependiente emocional se percata de que sus allegados intentan aconsejarle de que su situación psicológica ante la relación no es la más adecuada, pero ella insiste en defender su relación. Aunque los familiares ven de cerca que el sufrimiento causado por esa relación patológica no cesa, quien es dependiente suele enfrentarse a ellas y defenderá la situación, pudiendo llegar a reclamar a sus allegados un trato especial hacia la otra persona.
La dependencia emocional se asocia con cuadros ansiosos o depresivos, aparte de la falta de autoestima que ya hemos comentado, que se ve aumentada al tomar conciencia de que se está arrastrando para recuperar el amor de alguien que no solamente no le quiere sino que desprecia y maltrata.
En este cuadro, es muy habitual observar que la persona dependiente cree firmemente que su pareja es superior y por tanto merece que todo su entorno lo reconozca y acepte. Esto puede acarrear un resquebrajamiento de la relación con sus amistades y familiares, cosa que produce que su dependencia emocional se vea reforzada puesto que solo encontrará el apoyo en la pareja. Como vemos, esta es otra dinámica en que se entra en un círculo vicioso. Cuando acepte que es dependiente emocional podrá enfrentarse a esa situación.