EL AMOR
¿Por qué este título? Porque esa la base de la historia real que quiero compartir con quien lea este pequeño escrito.
No es tanto una amiga pero sí una persona cercana y querida para mí. Ella me ha contado su historia, su razón y motivación para decidir junto con su marido embarcarse en la ilusión de tener una hija por la fórmula de la maternidad subrogada.
Su vida ha ido trascurriendo como la de otras muchas mujeres y hombres, con relaciones que parecían fructificar pero que finalmente terminaban fracasando. Se iba reponiendo de los diversos reveses, volvía a ilusionarse, y volvía a desilusionarse. Los años fueron pasando y el momento de la maternidad se iba complicando. No obstante, su mayor golpe vino cuando su cuerpo le falló a través de una enfermedad en la que le dejó claro que ya no podría tener hijas. Su anhelo, aunque aún no tan profundo para ella se acabó para siempre. No obstante pensó que la vida trae otras muchas cosas y no por eso todo había terminado. Seguía disfrutando de las cosas que le gustaban.
Al tiempo conoció a otra persona con la que se sentía bien. Por fin encajaban, se querían profundamente y volvía a ilusionarse. Más tarde se casaron y al tiempo, algo dentro de ella empezó a decirle que quería ser madre. Se asustó y frustró. Sabía que no podía, ya no tenía edad ni posibilidad física de poder lograrlo. El deseo no dejaba de llamar. Sus emociones aran intensas. Lo quería con todas sus fuerzas.
Ella descartaba la adopción, no voy a exponer sus razones, las dejo en su intimidad. Después de mucho pensarlo, un día le comunicó a su marido su deseo de tener familia mediante un vientre de alquiler: NO, así todo un año. Hasta que un día dijo, Si, yo también quiero, necesito llenar esa parte de mí. De esa manera se pusieron en marcha para llegar a lo que habían decidido; La Maternidad subrogada.
Por diversas razones quisieron que su destino fuera Estados Unidos. Se ponen en marcha y después de un arduo recorrido eligen a la mujer que gestaría a su hija. Para ello, les informan de sus antecedentes genéticos de hasta varias generaciones, su vida actual, su motivación y aspecto físico. Así saben que es una madre de familia de cinco hijas, vive cómodamente, es afable y desea ayudar a otra familia porque su cuerpo es generoso y agradecido con la gestación. Nunca ha tenido problemas.
Ponen en marcha todo el proceso y el niño nace sin problemas. Se desplazan al País a recoger al niño y mientras están allí poniendo en orden la burocracia legal, la madre gestante se desplaza con su coche durante cuatro horas porque sentía la necesidad de conocer a quienes serían la madre y el padre del niño. Una parte de ella lo daba generosamente y necesitaba saber su destino, poner cara a esas personas.
El encuentro fue muy intenso, con mucha emotividad, el amor es lo que primaba, se respiraba. Trasmitía amor, un amor hacia ese niño que había gestado y un amor hacia esa madre y ese padre a los que hacía felices gracias a su generosidad. Esa mujer que se desplazó cuatro horas conduciendo su coche, se quedó profundamente conmovida. Algo indescriptible se movió dentro de ella que al rato dijo que si lo deseaban volvería a gestar para ellas. Eso tan profundo es ese sentimiento que nos une, nos moviliza, nos empuja y permite la cercanía, el apoyo y la ayuda mutua. Es, EL AMOR.
…porque andando se hace el camino…
Escribo como mujer
Gurutze Olaizola Larrañaga