La confianza es un sentimiento que aparece cuando tenemos la certeza de que podemos abrirnos, exponernos totalmente con esa persona porque sabemos que no va a minusvalorarnos aunque su opinión sea opuesta a la nuestra. Sentimos su aceptación total.
La confianza no es un acto o propósito racional, es algo emocional, íntimo y que llevamos o no llevamos en nuestro interior. Que confiemos más, menos, o nada, dependerá de nuestra historia de relaciones. Lo que hayamos ido viviendo e interiorizando sobre las personas conforme hayamos vivido cercanía, distanciamiento, miedo, deslealtad, aceptación, valoración, etc.
Todo nuestro complejo y entramado de relaciones irán forjando nuestra mayor o menor capacidad de forjar relaciones más o menos cercanas. Eso influirá en la capacidad de crear y mantener amistades, y lo más importante, será crucial en nuestras relaciones de pareja.
La confianza es una base importante e imprescindible en una relación de pareja, ya que hace que estemos tranquilas, sin un miedo constante a ser traicionadas o engañadas. Eso establece una relación afectuosa y de cercanía. Tranquila. No así si vivimos con el miedo constante a perder a la otra persona porque en cualquier momento va a fijar su atención en otro lado, o porque tememos confiarnos abriendo nuestro interior pues nos asusta que luego lo utilice en nuestra contra.
Es pues importante pararse a reflexionar, si vemos que repetimos problemas en nuestras relaciones, y no limitarnos a explicar los mismos desde la mala suerte. Si logramos un cambio interior conseguiremos que el exterior cambie.